De Mamá a Mamá
Aguas con la sal durante el embarazo
Uno de los venenos silenciosos que va deteriorando al cuerpo, muy poco a poco, es la sal en exceso. Sin embargo, este mineral compuesto también de sodio y cloro también es un regulador esencial de diversos procesos del cuerpo. Por ejemplo, el sodio regula el equilibrio del agua en el organismo y su metabolismo se va transformando durante el embarazo hasta generar una leve retención de líquidos. Por eso es que resulta de suma importancia regular su consumo durante el embarazo.
Así es, por eso te ves inflamada o se te hinchan las piernas y los pies, pero es algo normal. Lo que sí vale la pena, durante el embarazo y en general, es no excederse en el consumo de la sal, es decir, cuidarse del uso excesivo del salero sobre las comidas y elegir alimentos frescos y naturales en cambio de los preparados y empaquetados a los que usualmente se les adiciona mayor cantidad de sal. Si estás acostumbrada a comer alimentos muy salados, quizá al principio te cueste un poco de trabajo bajarla o regularla, pero comienza poco a poco para que se te vuelva un hábito, principalmente durante el embarazo.
¿Algunos consejos para no desbocarse en el consumo de este polvo blanco?
En la medida de lo posible, no añadir más sal de la que ya traen los alimentos en su preparación; una vez más, si estás acostumbrada a los alimentos salados quizá te cueste trabajo, pero hacerlo te ayudará a que poco a poco se te forme un hábito.
Usar saleros con agujeros muy pequeños, quizá sea un poco engañar a tu cerebro, pero es una buena solución.
No abusar del consumo de cecina (carnes saladas) y tocino; son alimentos muy salados por naturaleza y recuerda que no es muy recomendable abusar de ella durante el embarazo
Enjuagar los vegetales enlatados antes de comerlos,, o mejor aún, preparara vegetales naturales.
No olvidar que la mayoría de los alimentos industriales ya traen sal adicionada, por ejemplo el catsup y la mostaza, por lo tanto, trata de evitarlos en la medida de lo posible durante tu embarazo.
Sustituir la sal por el limón, el polvo de ajo o la pimienta. No se trata de torturarte o de comer alimentos insípidos, así que encuentra la manera de sacarles el máximo sabor
Todo en su justa medida, los excesos por lo general traen consecuencias lamentables. Así que siempre es bueno que tengas en cuenta que el equilibrio en el consumo de la sal puede contribuir, entre otras cosas, a evitar la preeclampsia, hipertensión arterial que se presenta durante el embarazo y sobre todo el mamás primerizas. Puede ser una condición muy riesgosa para tu bebé, así que, si te cuidas y cuidas tu cuerpo, lo estarás cuidando también a él.
¡Mejor prevenir que lamentar!