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De Mamá a Mamá

Pezones agrietados por amamantar

Así es, no todo es color de rosa en esta etapa. Una de las cosas más molestas y dolorosas son los pezones agrietados, lastimados por amamantar. Sí que duelen… ¿Sabes su causa? La mayoría de las veces, las grietas en los pezones durante la lactancia se producen porque el bebé succiona en una posición que no es adecuada. Así de simple.

Las posiciones inadecuadas pueden deberse, por ejemplo, a que el bebé tiene una anomalía en la boca, como frenillo lingual corto y no puede presionar con la lengua o el labio. Pero usualmente se trata básicamente de malas posiciones del bebé cuando lo ponemos a comer, y pueden remediarse y evitarte este dolor tan grande que te deja los pezones agrietados.

La maña posición puede deberse a que el bebé se haya malacostumbrado, con el uso de chupetes y biberones, a chupar colocando la lengua de otra manera. También puede deberse a que los primeros días estuvo separado de ti y perdió práctica en su instinto de succión. Lo que sucede al final es que el bebé chupa abriendo poco la boca y termina lastimando solo la punta del pezón al amamantar.

Otra causa de los pezones agrietados, también evitable, tiene que ver con limpiar los senos en exceso y usar cremas y productos que te producen alergias. No es necesario limpiar los pezones antes y después de cada toma, basta y sobra con la ducha diaria de rutina. Pero ya hechas las grietas en el pezón, ¿cómo curarlas? Lo primero es poner al bebé a amamantar en posición correcta, de cara a mamá, pegado a ella y con el seno bien metido en su boca muy abierta.

Otra acción clave es olvidarse de biberones y chupetes. También de las pezoneras, que agravan los
pezones agrietados por lo general. Ten en cuenta que la misma leches ayuda en la cicatrización, sólo deja tus senos al aire.