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De Mamá a Mamá

Cómo saber qué elegimos al ginecólogo adecuado

Si hay una figura esencial para acompañarte durante tu embarazo, el parto y el posparto, además de la familia y los amigos del alma, esa es el ginecólogo, o la ginecóloga. Y es que, el ginecólogo en el embarazo no debe ser un personaje ajeno, que nos transmita distancia, miedo o que nos ruborice. Al contrario, debe convertirse en un cómplice al que le tenemos la misma confianza que a un amigo, con el objetivo de llevar el camino hacia esta aventura de la mejor manera posible parta todos.

Confianza es la palabra clave para saber si hemos elegido el ginecólogo adecuado para llevar el embarazo. Que le podamos decir lo que sea, incluso ocurrencias tontas o hacer preguntas sin mayor sentido, ¡no importa! Lo principal aquí, es que al final nos sintamos libres de dialogar con él y escucharlo y que nos escuche de vuelta.

Es fundamental que sea una persona asequible, que esté al pendiente y responda el teléfono o que regrese la llamada. El ginecólogo en el embarazo, incluso, debe ser alguien a quien podamos despertar a medianoche para consultar alguna emergencia.  Alguien en quien creamos y que sea tan honesto con nosotras que no siempre nos diga lo que queremos escuchar.

Un buen ginecólogo en el embarazo es confidente, es honesto, se preocupa, explica, enseña, escucha, está presente, tranquiliza, y garantiza seguridad y experiencia. Pero, sobre cualquier cosa, el afortunado ginecólogo elegido debe ser alguien con quien tú, la futura mamá llena de dudas e inquietudes, sienta una química cercana y positiva.

¿Qué piensas? ¿Elegiste al mejor ginecólogo?