De Mamá a Mamá
Peleas y discusiones durante y después del embarazo
Aunque la publicidad y los anuncios sobre el embarazo y los bebés siempre muestran la belleza y dulzura de esta nueva etapa en la vida de unos papás, la realidad es más compleja. La llegada de un bebé, en especial para los padres primerizos, es un cambio tan grande en la vida de todos que también trae estrés, nervios, impaciencia, miedo y enfados en pareja.
Con tantos nuevos retos y tareas, es muy común que haya peleas y discusiones después del embarazo. Nos frustran las expectativas de lo que queríamos del otro, nos hablemos duro y sin compasión, y hasta nos lastimemos, etc. Además, no solamente nosotras sufrimos cambios cuando nos convertimos en mamás, ellos también sufren cambios vitales trascendentes. Si es así, manos a la obra, todo es reparable, es sólo cuestión de poner de nuestra parte.
La palabra clave en estas situaciones es comunicación. Dialogar es primordial para evitar peleas y discusiones durante y después del embarazo y, mejor aún, decirse las cosas en frío, con paciencia y amor. Es preferible que no se digan en medio de las situaciones en que la pareja está enfadada para evitar herirse. Es muy importante también, tras escucharse mutuamente, entender las necesidades del otro, así como sus inseguridades y expectativas en esta nueva etapa que están viviendo.
Asimismo, el bebé nos mantiene tan absortas y ocupadas las 24 horas del día, que por lo general nos olvidamos momentáneamente de nuestra pareja. Por eso, vale la pena que ambos se detengan durante la rutina diaria para tener algún detalle con el otro y recordar que son un equipo y que este maremoto de cambios es de ambos y deben hacer lo mejor por disfrutarlo, apoyarse y divertirse, olvidando las peleas y discusiones que han tenido durante y después del embarazo.
Es recomendable que trabajen como equipo, destinen tareas y responsabilidades para cada uno, y vayan construyendo una dinámica de apoyo y de permanente comunicación. Cuando el bebé duerma, pasen pequeños momentos juntos para reírse, consentirse y reforzar su vínculo. Los instantes de intimidad son necesarios para los dos. Así que ¡mucho amor, mucha calma, mucha escucha y mucha solidaridad!