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De Mamá a Mamá

Tipos de madres: Mamás de chile, mole y pozole

Cada mamá es un universo, las hay de todo tipo: protectoras y confiadas, confidentes y frías, chistosas y distantes, nerviosas y tranquilas, expertas y las que le apuestan al ensayo-error, etc. Como sabemos, no hay un manual para madres y nadie experimente en cabeza ajena, por lo que es muy común que todas tengan sus diferencias entre ellas y eso está bien.
Acá te compartimos diez tipos de mamás, a ver con cuál te identificas más o cuál es la tuya, aunque sea como sea, madre solo hay una.

Mamá gallina

La más sobreprotectora, su absoluta prioridad es su pollito, a quien le ayuda a solucionar sus problemas e incluso a evitarlos; se quita el pan de la boca para dárselo y prefiere hacer todo lo posible por allanar los terrenos para que su hijo sufra menos. Quisiera tener a sus hijos –pequeños o de cualquier edad- siempre entre sus alas. ¿Conoces alguna madre de este tipo? ¿Qué tal le va?

Mamá regañona

Aunque tenga una tierna apariencia, esta mamá es una “enojona” en potencia. Esa es su manera de cuidar y proteger: el regaño. De nuevo, así se va a comportar, tengan sus hijos la edad que tengan. Son madres incluso de adultos y de todas formas están dispuestas a dar una reprimenda a la menor provocación. Está bien poner límites y demostrar interés en los hijos sin importar la edad que estos tengan, solo sería conveniente analizar si es necesario regañar en toda ocasión.

Mama Polifacética

Esta mujer sabe hacer de todo, óigase bien, ¡de todo! Además de preparar la comida, cualquier tipo de comida, lavar, barrer, trapear y quitar manchas, también compone la instalación eléctrica, destapa cañerías, resana, pinta, arregla el coche y cura los dolores. Y también trabaja y va al gimnasio. ¡De todo! Este tipo de madres suele ser la envidia de las demás, pero no es tan difícil serlo si te lo propones, solo hay que poner manos a la obra.

Mamá ejecutiva

La mamá moderna, súper exitosa en el trabajo, que sale temprano y vuelve cuando los bebés quizás ya estén dormidos. Entregada a la maternidad en sus ratos libres, aunque sean pocos, ella siempre viste elegante, está peinada y huele a perfume. Es importante cuidar el trabajo, sobre todo si se es el soporte del hogar, pero también lo es recordar que nada es eterno y el tiempo con tu hijo pasará más rápido de lo que piensas.

Mamá controladora

Obsesionada por el control, quiere solucionarlo todo, saberlo todo, ayudar en todo. Puede ser agotador para ella y para los hijos, sin duda. Ninguna persona, incluso la “mejor mamá” puede con todo, hay que aprender a delegar.

Mamá perfeccionista

Se trata de esa mamá que hace hasta lo imposible para que las cosas salgan perfectas, y se frustra cuando no sucede de esa forma. Lucha por la perfección y así mismo exige a sus hijos. A veces para bien, a veces para mal. Buscar los mejores resultados está bien, sin embargo, hay que recordar que la perfección no existe y que tanto los hijos como las mamás aprenden principalmente de los errores.

Mamá cómplice

Ella quiere ser la mejor amiga de sus hijos, pero puede llegar a ser metiche, sí, por amor. Quiere acompañarlos, ir a las fiestas, estar en las pláticas con amigos, ser una de ellos. Todo por amor. Cuídalos, sí, pero dales su espacio. ¿Cómo van a aprender de la vida si eres este tipo de mamá y haces todo por ellos? Que el amor no te ciegue.

Mamá new age

Su vida se basa en el manejo de las energías y el pensamiento positivo. Inculca el amor por la madre tierra, la meditación, lleva a sus hijos a marchas sociales y los inscribe en clases de yoga. En casa no hay televisión, pero sí un huerto orgánico.

Mamá malcriadora

Obsesionada por sus hijos, está tan ciega que no ve sus errores. Hace todo por verlos felices, pero a la hora de poner orden y reprender, su cabeza está en otro lado. Sí, por lo general se hace la de la vista gorda. Buscar lo mejor para los hijos no están mal, lo que sí hay que hacer es hacerles ver cuando están cometiendo errores para evitar que los repitan en un futuro.
Si encajas en alguno de estos tipos de madre está bien. Si no encajas en ninguno está bien. Si crees que eres una mezcla de varios igual es fenomenal. Cuida a tus hijos, ámalos, déjalos vivir y corrígelos cuando se equivoquen. Y, sobre todo, no te juzgues ni seas dura contigo misma, ellos te amarán por sobre todas las cosas, recuerda que siempre serás su mamá.